Reseñando || Amor en minúscula #215

Amor en minúscula

Francesc Miralles

Suma de letras

Libro único

9788491290469 || 299 págs || 15,95€

Cuando Samuel, un solitario profesor de lingüística, se despierta el día de Año Nuevo, está convencido de que el año que empieza solo le traerá verbos pasivos y no demasiados momentos en cursiva, hasta que un visitante inesperado se cuela en su apartamento de Barcelona y se niega a salir. La aparición de Mishima, un gato callejero, se convierte en el catalizador que hace viajar a Samuel desde la comodidad de sus libros favoritos, sus películas extranjeras y su música clásica hasta lugares en los que nunca ha estado (como la casa de al lado) y a conocer a gente que nunca pensaría haber conocido (un vecino con el que no había intercambiado ni una palabra). Pero aún hay más: el gato lo reencontrará de nuevo con una misteriosa mujer de su pasado, Gabriela, a quien no tenía esperanzas de volver a ver.

Francesc Miralles nació en Barcelona el 27 de agosto de 1968. Pese a su mal expediente académico consiguió ingresar en la facultad de Periodismo de la UAB, carrera que abandonó al cabo de cuatro meses. Aquel mismo año entró a trabajar de camarero en una taberna donde aprendió a tocar el piano. Al año siguiente inició la carrera de Filología Inglesa, que combinaría con empleos precarios de profesor de idiomas. Un cúmulo de casualidades le llevaron a vivir en Croacia y Eslovenia durante los conflictos bélicos, peripecia que relataría muchos años después en su libro Café Balcanic. De regreso a Barcelona, se reenganchó a la vida académica como estudiante de Filología Alemana en la Central. Su ingreso en el mundo editorial había empezado ya un año antes, como traductor de alemán e inglés de libros de espiritualidad y terapias alternativas. Fueron trece meses llenos de incidentes que le valieron por la mili que no había hecho, y que reflejaría más adelante en Barcelona blues, su primera novela en castellano. Decidió probar suerte con una novela juvenil, Un haiku para Alicia, que obtuvo el premio Gran Angular de 2001/02. Posteriormente ganó el premio Columna Jove con Interrail. Desde entonces se dedica sólo a escribir, además de ejercer de asesor literario para diferentes editoriales y una agencia.

Opinión personal:

¡Hola booklovers! ¿Qué tal estáis después de tanto tiempo? Si os preguntais porque he estado tan desaparecida estas últimas semanas es por varias razones: vacaciones (Londres y la playa), mis pocas ganas de ponerme delante de un ordenador moribundo y sobre todo, mis pocas lecturas. En julio no leí prácticamente nada pero parece que en agosto algo caerá. Y bueno, vamos a lo que nos importa. La reseña. Hace bastante tiempo que quería volver a leer algo de este autor desde que leí Ojalá estuvieras aquí así que cuando en la web de Edición Anticipada pusieron para reseñar Amor en minúscula, lo tuve que coger. Y lamentablemente, no me ha gustado especialmente.

La historia, según nos pintan en la sinopsis del libro, es la siguiente: "cuando Samuel, un solitario profesor de lingüística, se despierta el día de Año Nuevo, está convencido de que el año que empieza solo le traerá verbos pasivos y no demasiados momentos en cursiva, hasta que un visitante inesperado se cuela en su apartamento de Barcelona y se niega a salir. La aparición de Mishima, un gato callejero, se convierte en el catalizador que hace viajar a Samuel desde la comodidad de sus libros favoritos, sus películas extranjeras y su música clásica hasta lugares en los que nunca ha estado (como la casa de al lado) y a conocer a gente que nunca pensaría haber conocido (un vecino con el que no había intercambiado ni una palabra, un viejo en un bar, etc). Pero aún hay más: el gato lo reencontrará de nuevo con una misteriosa mujer de su pasado, Gabriela, a quien no tenía esperanzas de volver a ver."

Es una novela que, aunque se lee con bastante rapidez, me costó ponerme a leerla porque no me atrapaba lo suficiente. La historia a partir de la sinopsis me daba la impresión de ser una historia de amor como en Ojalá estuvieras aquí; romántica y algo empalagosa pero profunda, llena de matices. Pero no. El amor no me lo terminé de creer porque los personajes apenas interaccionan durante las páginas. Es un amor que no parece real ya que el personaje protagonista, Samuel, está enamorado de una chica que no ha visto en más de veinticinco años. Se conocieron en un momento de su niñez y hasta años después no se vuelven a cruzar. Esto, por muy romántico que sea, no es creíble así que le quitó bastantes puntos a mi opinión final del libro.

Además de esta historia de amor poco creíble, los personajes me parecieron totalmente insulsos, sobre todo el protagonista. Samuel es el típico personaje retraído que vive aislado en su propio mundo, sale solo de casa para trabajar y que tiene mucha mala suerte con sus relaciones emocionales hasta que llega el gato que pone fin a todo eso. Me pareció un personaje bastante cliché sin ningún ápice de originalidad; nada que el lector pudiera ver y cogerle aprecio. A esto se suma la falta de datos que tenemos del personaje femenino. Además de no tener apenas interacción (en forma de diálogos), la chica es una completa desconocida para el lector quedando como un personaje frío y distante que incluso cae antipático. Por el contrario, el personaje del vecino de Samuel me pareció muy entrañable y cercano; es el único personaje que se salva de todos los que aparecen en la novela.

En definitiva, Amor en minúscula parecía que iba a ser un libro interesante y lleno de realismo mágico pero que se me ha quedado cojo. No sé si continuaré leyendo algo más del autor ya que parece que su tipo de escritura no es lo mío. Si sois asiduos a este temática/género a lo mejor lo disfrutáis más que yo. Si es así, dejadmelo saber en comentarios. ¡Hasta la próxima!

Puntuación: 2 sobre 5.